"Esto sólo acaba de empezar". A Pablo Vázquez, director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), pocos le ganan a optimista. Durante su intervención en el Fórum Después de la crisis: una regeneración valiente del SNS, organizado por Esade, la Fundación Salud Innovación Sociedad y la Sociedad Española de Directivos de la Salud (ver DM de ayer), Vázquez ha explicado que "la crisis económica ha llegado a la sanidad más tarde que al resto de sectores y, a pesar del lío que se ha armado, hemos realizado pocos ajustes".
Además, opina que "recortar no es reformar", y lo que se está haciendo hasta el momento, al menos "desde la perspectiva de los ciudadanos, es recortar". A su juicio, es precisa una reforma que permita "prescindir de lo banal para preservar lo esencial, como la universalidad y la accesibilidad del sistema sanitario".
La otra cara de la moneda la ha planteado Alberto Fidalgo, coordinador federal de Sanidad del PSOE, quien se considera "optimista, porque tenemos un sistema sanitario que funciona y donde se ponen en marcha buenas experiencias que hay que compartir y poner en común".
En cuanto a la necesidad de cambio, Fidalgo se pregunta si "el sistema sanitario estaría donde está, vivito y coleando, si no se estuviera reformando desde dentro. Es un modelo vivo, que evoluciona y que está permanentemente en la agenda política". Por ello, considera que lo que vivimos "no es una crisis, sino una trayectoria. No podemos hacer una revolución, debemos pensar a largo plazo sabiendo dónde nos dirigimos. El sistema debe reestructurarse, pero sin tocar las vigas maestras para que el edificio no se caiga".
Fidalgo ha hecho mención en reiteradas ocasiones al documento de recomendaciones que se emitió en el Congreso como resultado del proceso de creación del Pacto de Estado por la Sanidad. Por ejemplo, "sugería desarrollar un sistema de gestión del personal basado en la productividad, algo que no se ha puesto en marcha porque somos un país inmovilista. El pacto no se llegó a formalizar, pero eso no quita para que se puedan tomar medidas".
Cumplir la ley
En esta línea, José Manuel Freire, profesor de la Escuela Nacional de Sanidad, aventura que "quizá poner en marcha una reforma sea tan sencillo como cumplir las normas, como las que ya existen en materia de personal o las leyes de presupuestos", en referencia a la declaración de Vázquez de que éstos "no son más que una carta a los Reyes Magos, no dan una idea de qué ocurre realmente en sanidad".
Freire piensa que difícilmente reformarán el sistema sanitario los encargados de hacerlo porque su asistencia no depende de la sanidad pública, sino de las mutuas del Estado: "Se supone que todos somos iguales, pero poco interés tendrán cuando pertenecen a esos tres millones de personas que son más iguales que que el resto".
http://www.diariomedico.com/2011/10/28/area-profesional/sanidad/futuro-sistema-sanitario-depende-de-reformas-estructurales-no-recortes
Además, opina que "recortar no es reformar", y lo que se está haciendo hasta el momento, al menos "desde la perspectiva de los ciudadanos, es recortar". A su juicio, es precisa una reforma que permita "prescindir de lo banal para preservar lo esencial, como la universalidad y la accesibilidad del sistema sanitario".
La otra cara de la moneda la ha planteado Alberto Fidalgo, coordinador federal de Sanidad del PSOE, quien se considera "optimista, porque tenemos un sistema sanitario que funciona y donde se ponen en marcha buenas experiencias que hay que compartir y poner en común".
En cuanto a la necesidad de cambio, Fidalgo se pregunta si "el sistema sanitario estaría donde está, vivito y coleando, si no se estuviera reformando desde dentro. Es un modelo vivo, que evoluciona y que está permanentemente en la agenda política". Por ello, considera que lo que vivimos "no es una crisis, sino una trayectoria. No podemos hacer una revolución, debemos pensar a largo plazo sabiendo dónde nos dirigimos. El sistema debe reestructurarse, pero sin tocar las vigas maestras para que el edificio no se caiga".
Fidalgo ha hecho mención en reiteradas ocasiones al documento de recomendaciones que se emitió en el Congreso como resultado del proceso de creación del Pacto de Estado por la Sanidad. Por ejemplo, "sugería desarrollar un sistema de gestión del personal basado en la productividad, algo que no se ha puesto en marcha porque somos un país inmovilista. El pacto no se llegó a formalizar, pero eso no quita para que se puedan tomar medidas".
Cumplir la ley
En esta línea, José Manuel Freire, profesor de la Escuela Nacional de Sanidad, aventura que "quizá poner en marcha una reforma sea tan sencillo como cumplir las normas, como las que ya existen en materia de personal o las leyes de presupuestos", en referencia a la declaración de Vázquez de que éstos "no son más que una carta a los Reyes Magos, no dan una idea de qué ocurre realmente en sanidad".
Freire piensa que difícilmente reformarán el sistema sanitario los encargados de hacerlo porque su asistencia no depende de la sanidad pública, sino de las mutuas del Estado: "Se supone que todos somos iguales, pero poco interés tendrán cuando pertenecen a esos tres millones de personas que son más iguales que que el resto".
http://www.diariomedico.com/2011/10/28/area-profesional/sanidad/futuro-sistema-sanitario-depende-de-reformas-estructurales-no-recortes
No hay comentarios:
Publicar un comentario